4.8.06

El sello de Augusto en la Cruz de los Angeles

En la catedral de Oviedo se conserva una joya de origen romano y de desconocido significado
La Cruz de los Angeles

La Cruz de los Angeles, de origen medieval, conserva en su reverso parte de un tesoro de origen romano que seguramente se encontraba en la Gallaecia en la época alto imperial y que de acuerdo con el dibujo que presenta perteneció al emperador Octavio Augusto.
La Cruz de los Angeles, ordenada realizar por Alfonso II, además guarda un simbolismo secreto que es reflejo del momento histórico en que fue engarzada.

Según D. Victorino Gutiérrez Martínez del Dpto. de Geografía e historia de la Universidad de Oviedo, "la Cruz de los Ángeles es una típica pieza de orfebrería altomedieval pues es una cruz de madera que va forrada con una delgada lámina de oro que se fija a aquella con pequeños clavos de oro y se decora con filigrana y pedrería policroma. Entre la pedrería se encuentra un camafeo y siete entalles de época imperial romana." (1)


El sello del emperador en el reverso de la Cruz de los Angeles
Fotografía ©Victorino Gutiérrez Martínez (1)


La pieza más destacada del tesoro es un sello que ha sido un enigma en la historia del Principado de Asturias, y que con toda probabilidad perteneció al emperador Octavio Augusto, utilizándose para la firma de documentos imperiales en el N.O. peninsular, en los territorios que en época del emperador recibían el nombre de Gallaecia y Asturica.


El sello del emperador Augusto
Fotografia ©Victorino Gutiérrez Martínez (1)


Acompañan al sello imperial otras joyas que se relacionan también directamente con el emperador: Una representa a Eneas saliendo por una puerta de la muralla de Troya llevando a su padre viejo e impedido sobre el hombro y a su hijo pequeño Ascanio de la mano. Es en este momento cuando el príncipe Eneas se lleva el tesoro de la ciudad de Troya, "el Paladio".(1)

Y otra representa a la diosa Roma, sedente, con casco, escudo y lanza que recibe una laurea que le ofrece una Victoria colocada sobre una columna.(1)


Joya de la Diosa-Roma
Fotografía ©Victorino Gutiérrez Martínez (1)


Tanto la figura del príncipe Eneas, como la de la diosa Roma son representaciones simbólicas que acompañaban al emperador Octavio Augusto durante su mandato.(2)
El propio Augusto se identificaba con el príncipe Eneas en la iconografía imperial.


Moneda romana de la diosa Roma, similar a la imágen de la Cruz.


Moneda romana similar a la joya asturiana.
Eneas lleva a su padre Anquises y sujeta el Paladio o tesoro, en el reverso de un denario de Julio César



Pinturas de Eneas escapando de Troya con el tesoro encontradas en Pompeya (2)

La leyenda de Eneas descrita por Virgilio en la Eneida relata como el príncipe troyano escapa de la destrucción de la ciudad y se establece en el territorio donde en el fututo sus descendientes fundan la ciudad de Roma. Augusto se hacía comparar con el príncipe troyano, en su tiempo se valoro al propio emperador como un nuevo Eneas y que su cometido sagrado era fundar una nueva Roma aeterna.
"Cuando (Augusto) el descendiente de Eneas ofrecía un sacrificio ante el Templo de Vesta, también se hacía presente el mito según el cual los Penates y el Paladio habían sido rescatados de Troya." (2)

Las ocho joyas alto imperiales fueron ordenadas engarzar en la Cruz por el propio rey Alfonso II por su alto valor simbólico. "La cruz de los Angeles se fabricó para albergar esas piezas romanas y no por otro motivo."(3)

El sello del emperador
La pieza principal, el sello del emperador, se encuentra engarzada en la parte superior y posterior de la cruz y cumple en su simbolismo los cánones augustales: representa el signo zodiacal de Capricornio con cola de tritón, con la esfera universal en la mano derecha y un cetro o bastón en la mano izquierda, estas imágenes simbólicas pertenecían únicamente al primer emperador de Roma, Octavio Augusto y solo fueron utilizadas por él. (2)

El Capricornio es el signo zodiacal con el que se identifica el emperador, ya que bajo su fecha fue concebido por sus padres, y su imagen le representa en la iconografía de la Roma imperial. Existen varias referencias sobre este aspecto:(2)

Augusto cobró enseguida tal confianza en su destino, que publicó un horóscopo e hizo acuñar una medalla de plata con la efigie de Capricornio, constelación bajo la cual había nacido. Suetonio Augusto 94.

El signo de Augusto: si bien según las fuentes el emperador nació el 22/23 de septiembre, es decir, bajo el signo de Libra, en todas las fuentes iconográficas y en los poetas el signo que aparece como propio de Augusto es Capricornio. Esta dualidad se explica generalmente porque Capricornio era el signo que presidió su concepción y además corresponde con la posición de la luna en el zodíaco (dos elementos que eran tomados en cuenta en aquella época). Domenicucci agrega otro elemento muy importante: el cometa que supuestamente llevó a César al cielo fue interpretado por el mismo Augusto como señal venturosa de su propio destino. De esta manera, casi como un nuevo nacimiento, la posición de este cometa en Capricornio (CAP 3°46') permitía el agregado de un nuevo signo regente al tradicional de Libra. Así Capricornio es el signo de su concepción y de su "renacimiento". Domenicucci relaciona también el horóscopo de Augusto con el que tradicionalmente se le atribuye a Rómulo y encuentra notables similitudes, algo que refuerza su vinculación política (manifestada en incontables ocasiones) y –según esta lectura– astrológica con el fundador de Roma. Astra Caesarum. Astronomía, astrología e catasterismo da Cesare a Domiziano Patrizio Domenicucci (Pisa, Edizioni ETS, 1996, 191 pp.)

Los tritones figuran acompañando a Augusto como vencedor en la batalla naval de Actium sobre Marco Antonio y Cleopatra en el año 31 a.C., es habitual que la representación del signo zodiacal del Capricornio se acompañara con una cola que pertenecía a estos animales mitológicos.(2)

La esfera universal que porta en su mano derecha representa el concepto "Oikoumene" que se refiere a la parte de la Tierra que es habitada por todos los hombres y de la que durante su época de gobierno Augusto fue el garante de la paz. En su mano izquierda porta un cetro, símbolo de gobierno propio del príncipe. Augusto es representado con ambos símbolos en repetidas ocasiones en la época alto imperial.(2)


El sello de la Cruz



Moneda de Pérgamo. El Capricornio lleva el cuerno de la abundancia enmarcado en la corona apolínea de laurel (2)


Gema que representa al Capricornio como vencedor en la batalla naval de Actium (2)


Moneda de Augusto, el Capricornio con la esfera universal y el cuerno de la abundancia


Moneda de Augusto, el Capricornio con la esfera universal y el cuerno de la abundancia


Imagen augustal con el Capricornio con cola de tritón

Es cierto que el emperador Augusto utiliza sellos durante su gobierno para autentificar sus escritos y edictos, Suetonio escribe: El sello que imprimía en las actas públicas, instrucciones y cartas fue primeramente una esfinge, después la cabeza de Alejandro Magno, y últimamente su propia efigie, grabada por Dioscórides, sirviéndose de este sello los príncipes sus sucesores. En sus cartas indicaba siempre la hora en que las escribía, fuese de día o de noche. Suetonio, Augusto 50.

Augusto hizo su testamento [...] un año y cuatro meses antes de morir. Constaba de dos codicilos, en parte escritos de su mano y, en otra, de sus libertos Polibio e Hilario. Lo guardaban en depósito las Vírgenes Vestales, junto con otros tres documentos, también con su sello. Suetonio, Augusto 101.

De los sellos de Augusto contamos con el primero de los nombrados: entre éstas la esfinge, que el emperador llevaba sobre el anillo para contraseñar los mensajes, en el primer período de su gobierno. (cat. n. 187).


Sello de Augusto con la esfinge

Existe una descripción según fue encontrado el sello de la esfinge:
"Un anillo con la esfinge, descubierto en Roma, durante unas excavaciones requeridas por los patricios florentinos Riccardi, en la zona del antiguo mausoleo de Augusto, fue trasladado a Florencia. Allí fue admirado por largo tiempo, en la colección de los Riccardi, donde lo recuerda, entre los otros, el viajador borgoñón Carlo De Brosses que realizaba un viaje de estudio en Italia durante la mitad del '700 "Me detendré sólo en el inmenso palacio Riccardi" - " La galería ha sido pintada por Luca Giordano,- es la habitación principal del palacio, por causa de ciertos armarios llenos de bronces y muebles antiguos, y de un número portentoso de maravillosos camafeos y antiguas piedras grabadas, entre las cuales se encuentra el famoso sello de Augusto con la efigie de la esfinge, quizá aquel del que hablaba Suetonio. Es un legado perpetuo a esta casa, y el testador ha puesto una cláusula con la prohibición explícita de cambiarlo del sitio donde está sellado, bajo pena de diez mil escudos de limosna"... (Lettres familieres sur I'Italie, XXM (Cat. n. 188). En la mitad del siglo XIX, una donación hecha por la madre del último propietario Giovanni Fiaschi, hizo que se añadiera a las gemas de los Lorena. Era casi increíble, que el destino y la suerte hubieran conservado el anillo del primer emperador. Pero la esfinge del anillo es muy diferente, en el estilo, de aquella de las monedas ya conocidas de Augusto de las cuales difícilmente un artífice del Quinientos, aún contando con otros modelos, se habría alejado. Ya que, si bien Augusto incitase a crear nuevos modelos a los grabadores de su tiempo, prefirió usar al principio un viejo anillo de familia de edad indescifrable, que había pertenecido a su madre, con la imagen de la esfinge." Luigi Tondo Riqueza en Movimiento.

Enigmática inscripción
La enigmática inscripción que el sello de la cruz posee y que hasta ahora se creía estaba formada por las letras FAGA/VAL (1) son una composición de la original con una ampliación posterior.


El sello de la Cruz


Analizando la inclinación que posee cada una de las letras y su posición en el sello podemos comprobar que existen dos grupos de letras realizadas en momentos diferentes. :


Detalle de la inscripción


Angulo caligráfico

Existe una diferencia de casi tres grados entre los dos grupos de letras que componen la inscripción, por lo que es posible que cada uno de los grupos fuese realizado por dos manos diferentes en momentos también diferentes.

En un sello de estas características, las letras deben de leerse al revés, para poder dejar su inscripción de manera correcta sobre el lacre del sello imperial. (Todo el sello está realizado con la técnica de vaciado).

En un sello de estas características, las letras deben de leerse al revés, para poder dejar su inscripción de manera correcta sobre el lacre del sello imperial. (Todo el sello está realizado con la técnica de vaciado).

Ejemplos de sellos con "texto especular" de época romana:


&copy Barbara F. McManus

La inscripción original si atendemos a la composición del texto, solo estaba formada por seis letras, tres en la parte superior y tres en la inferior y leídas después de su estampación seria ADA/IAV y su significado podría ser

"AD AUCTORITATE / IMPERATOR AUGUSTUS"
-De acuerdo con la autoridad del Emperador Augusto-

La utilidad del sello quedaba así reforzada y explicitada, recordemos que estos sellos se utilizaban, tal como Suetonio comenta en la biografía de Augusto, para autentificar sus escritos y edictos. Sin embargo, al contrario que en el sello de la esfinge, que carece de inscripción alguna y que era utilizado por el propio emperador, en el caso que nos ocupa y por el tipo de inscripción que posee, el sello era utilizado por un legado imperial en el territorio.

Mas adelante volveremos sobre la inscripción original del sello, de momento señalar que la ejecución de la letra D en un sello de estas características debe de realizarse con sumo cuidado, ya que su vaciado completo puede dejar en posición de extrema fragilidad a la letra, por ello la letra D ha sido confundida por una G durante siglos, su ejecución incompleta solo es una medida de protección.

Las dos letras restantes, una P y una H, poseen una diferente inclinación y una extraña posición. Están además realizadas para una correcta lectura en el nuevo uso del sello (como pieza dentro de la cruz) y posiblemente fueron realizadas en el momento en que Alfonso II mandó realizar la Cruz. Su significado puede ser:

"PRINCEPS HONESTISSIMUS"
-Príncipe de altísima consideración-
Y que reforzaría la consideración del dueño de la cruz. "Adefonsus Princeps"

Señalar que ambas inscripciones y sus respectivos significados concuerdan con el tratamiento que ambos personajes, Octavio Augusto y Alfonso II, recibían en vida.

La inscripción original nombra a Augusto como Emperador, algún especialista ha señalado como imposible esta solución de la trascripción, ya que bien es sabido por los estudiosos que Octavio Augusto se hacía nombrar de la manera “Imperator Caesar Augustus”, y que la solución propuesta es incompleta. Sin embargo esta singularidad permite no solo autentificar la pieza sino que también es un elemento muy valioso para determinar su posible origen.

Las monedas acuñadas en el convento lucense poseen un estilo característico y muy singular con variaciones en el motivo del reverso.
Anverso: -IMP AVG DIVI F- Busto descubierto de Augusto, mirando hacia la izquierda. Palma delante y caduceo detrás del busto.
Reverso: Siempre sin leyendas, caetra (escudo redondo de los pueblos indígenas del Norte de Hispania).(4)

La solución "Imperator Augustus" es de origen lucense, son las llamadas como "monedas de caetra" acuñadas, en el que sería el futuro convento lucense, durante las campañas de Augusto en el N.O. las que poseen como única inscripción en su anverso -IMP AVG DIVI F-, Emperador Augusto hijo del divino.

Las monedas de Lucus Augusti, son una interesante referencia que permite asociar el momento que en que la inscripción se ejecutó, además del lugar donde fue utilizada.
Con muy alta probabilidad ese lugar fue la Gallaecia, y el lugar donde posiblemente se guardaba el sello fue la capital del convento lucense, la ciudad de Lucus Augusti, el bosque sagrado de Augusto. La singular inscripción I.AV. se relaciona de manera directa con el convento lucense y la ciudad de Lucus Augusti.(5)


Moneda de Augusto en Lucus Augusti - RPC 4.

La ciudad de Lucus Augusti fue fundada por Paulo Fabio Máximo, legado augústeo, en el año 12 a.C., según quedo escrito en el monolito fundacional que se conserva en la ciudad de Lugo. (5)
En él figura la inscripción:
V.C.A.M.
CAESARI
PAVLLVS FABIVS
MAXVMVS
LEGAT CAESARIS

"V(rbis) C(onditori) A(ugusto) M(omumentum) Caesari
Paullus Fabius Maxumus Legat(us) Caesaris"

Este elemento muestra la existencia de personalidades autorizadas por el propio emperador para actuar como su legado en el territorio de la Gallaecia a finales del siglo I a.C., pero no explica, de momento, la razón por la cual el sello ha permanecido tanto tiempo en este territorio.

Tal como describe Suetonio el sello debió ser recibido por los sucesivos legados augustales en el territorio durante los siglos posteriores. No es mi intención de momento aventurar ninguna hipótesis sobre su uso específico, pero sin duda su utilización fue de especial significación.

La Cruz de los Angeles
La segunda inscripción relaciona al sello con el texto que lo rodea en el brazo superior de la cruz y que fue mandada grabar por Alfonso II. Dice la inscripción:
+ Susceptum placide maneat hoc in honore Dei offert Adefonsus humilis servus Christi.
Esta dadiva, recibida con agrado, quedóse aquí en honra de Dios. La ofrece Adefonso, humilde siervo de Jesucristo. (6)
El significado del texto refuerza la posibilidad de que la segunda inscripción sea una personalización del sello de Augusto por parte de su nuevo dueño y que fue realizada en el momento en que la pieza fue engarzada en la parte posterior de la cruz.

La histórica cruz tiene la fecha de su fabricación en la parte posterior de su brazo derecho (ERA DCCCXLVI= ERA 846), pues está fechada en la “era hispánica” utilizada hasta el final de la edad media en la península y que comienza en el año 38 a.C., momento en que Augusto se proclama emperador de toda Hispania. (1)

Fue el rey Alfonso II, quién en la edad media reunifico bajo su mandato los antiguos territorios de los conventos augustales de la Gallaecia y Asturica.
Fue Alfonso II quién mandó hacer la cruz y quién la dono a la catedral de Oviedo, con una amenazante inscripción: “quienquiera que osase quitármela de donde mi libre voluntad la donare, sea fulminado por el rayo divino”. (1)

Seguramente las ocho piezas romanas formaban parte del tesoro que desde el siglo I a.C. permaneció en la ciudad capital del N.O. de Hispania, en Lucus Augusti, la Ciudad Sagrada de Augusto fundada por Paulo Fabio Máximo, y entre ellas el sello del emperador que era utilizado por su legado para ratificar documentos imperiales.

No hace falta destacar la importancia de la existencia de este sello, legado por el propio Augusto al convento lucense. Un sello de esta categoría e importancia solo podía tener a Lucus Augusti como lugar de custodia del legado imperial.

Dicen los textos que el propio rey casto adopto la arquitectura de la catedral de Lugo para construir la de Oviedo, por lo que no sería extraño que las joyas romanas de la cruz también viajaran desde la antigua ciudad de Lucus Augusti hasta la capital asturiana.

ALFONSO II, "el casto", 791-842, traslada su corte a Oviedo, estructura políticamente un estado consolidando nuevos territorios repoblando Galicia.
Alfonso II, al igual que el rey franco Carlomagno, sé auto proclama como el nuevo príncipe, titulo que perteneció a Augusto en la Roma imperial, y el símbolo de su autoridad se la confiere el tesoro de Augusto, su sello y sus joyas que permanecen ocultas a los ojos de los fieles cristianos en la parte posterior de la cruz de los Angeles.

Sobre la leyenda de Eneas y su tesoro en el mundo medieval el compositor Wagner relata en "El anillo de los nibelungos" como el héroe Sigfrido logra hacerse con el tesoro mágico.

Existe una leyenda medieval en la que el famoso compositor bebe para construir el libreto de su obra, esta leyenda establece que "en el origen de la humanidad, el poder, tanto espiritual como material de los primeros reyes/sacerdotes, provenía de un Tesoro, un objeto mágico que debía ser conquistado a un terrible adversario, con el más admirable de los esfuerzos y la mayor de las audacias; y, si bien, se convertiría en la herencia legítima de los descendientes de quien lo ganaba por primera vez, también debía ser reconquistado por ellos a base de un arrojo y una valentía idénticos a los de su anterior dueño. Este Tesoro parece tener su origen en el mítico Paladio que guardó a Troya de todos sus enemigos hasta que fue sustraído por Eneas. Junto con este héroe, llegó a Roma en donde ayudó a edificar un imperio que tendría su máxima expresión en César (descendiente de Venus, es decir de una divinidad protectora de Troya, y de donde proviene el nombre de Káiser). Con el final de la dinastía julia, Roma deja de ser la legítima sede del poder temporal, aunque, como residencia del Papa, sigue conservando una vertiente espiritual. Los reyes francos (también de origen troyano, según las extrañas etimologías que le debemos a Wagner) después de haber conquistado el Tesoro en su lucha contra los romanos, se convierten en Nibelungos y fundan la dinastía carolingia que, partiendo de Clodión llega a Carlomagno." (7)

Es esta leyenda la que explica porque el sello de Augusto se encuentra en la cruz de los Angeles. Alfonso II se identifica con Carlomagno en el relato Hispánico y establece que el tesoro de Augusto como legitimación de su dinastía, de la dinastía que ha reinado en España hasta el siglo XXI.

En el testamento de Alfonso II el Casto (842) se dice:
"Ego Adefonsus cognomines Castus dei Gracia hispania princeps catholicus...."
Queda reflejada la consideración que del monarca se tenía en la edad media. Y como la cruz enlaza las biografías de los tres príncipes. Son muchos los paralelismos entre ellos. La unión de las joyas en la Cruz de los Angeles es el mejor símbolo imaginable posible.

La posición del sello de Augusto en la parte superior y posterior de la cruz está determinada para la consecución del simbólico tetragrama sagrado, las cuatro letras griegas que representan a la divinidad desde la antigüedad. (ARJO). "Se conservan tres anillas en la parte inferior de los brazos horizontales de las que colgarían las letras griegas alfa y omega" (1) de manera similar a la Cruz de la Victoria.


La Cruz al completo

La cruz como letra chi, el alfa y el omega que cuelgan de sus brazos y en el centro superior la letra rho, grabada como una P en el sello con posterioridad, y que representa al "Príncipe": Eneas – Augusto – Alfonso II
La Cruz de los Angeles es a la vez la Cruz de los Príncipes.

No olvidemos que la palabra griega formada por el tetragrama –ARJO- significa –PRINCIPIUM- y que príncipe se escribe ARJON.

Alfonso II como príncipe refunda Oviedo como capital de su reino, como un nuevo Eneas que fundó Roma, como un nuevo Augusto que fundó Lugo. Ser el nuevo dueño del "Paladio", tal como establece la leyenda, le permite llevar con éxito la sagrada empresa.
Alfonso, culto y sabio, trajo su tesoro a la colina de Oveto, su tesoro romano a este lugar de clara etimología sagrada. Oviedo templo de Júpiter. (Iovius : Ioveto : Oveto: Oviedo).(8)

Era bajo la protección de Júpiter donde se guardaban los tesoros en las ciudades romanas, añadamos que el rito fundacional de las ciudades en Roma tenía como uno de sus momentos principales la dedicación en lo alto de un templo a Júpiter, Juno y Minerva (9) (es Minerva quién aparece también en el tesoro de la Cruz que se deposita en la colina de Oveto por Alfonso II.)

El príncipe, siguiendo la leyenda de Eneas, y al igual que Augusto, funda una nueva ciudad, la capital de su reino, bajo la protección de Júpiter. Solo así podía hacerlo según el rito antiguo.

Sobre la arquitectura característica de este momento histórico y su influencia romana es algo que se escapa al asunto central de este artículo, señalar que las últimas investigaciones establecen la relación directa entre las obras que Alfonso II llevó a cabo en este momento y la influencia en ellas de la arquitectura romana. (10)

Tal como ha declarado la arqueóloga Carmen Fernández Ochoa, Catedrática de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid: «Los mosaicos romanos de Veranes son igual que el techo de Santullano»(11)

No solo San Julián de Prados es reflejo del mundo antiguo que Alfonso II rescata, el principado, sus símbolos y su arquitectura son leyenda viva de la que forma parte central el anillo del emperador.

Son muchas las imágenes que este complejo símbolo nos permiten vislumbrar, este texto solo tiene el valor de una comunicación que necesitará de posteriores ampliaciones y anexos.

© Carlos Sánchez-Montaña

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(1)Gutiérrez Martínez. Victorino Mas información sobre la Cruz de los Angeles

(2)Zanker. Paul “Augusto y el poder de las imágenes” Alianza Editorial. Como referencia a las joyas del tesoro asturiano existen imágenes similares relacionadas con el emperador Augusto de especial significación.

(3)Carvallo, Luis Alfonso de. Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias. Piñolo 05/01/2006 .

(4)Sánchez-Montaña. Carlos La moneda del Fin de la Tierra. Moneta Castrensis

(5)Sanchez-Montaña. Carlos Lucus Augusti. La ciudad sagrada de Augusto

(6) Cabal Constantino. "Alfonso II El Casto" Grupo Editorial Asturiano

(7) Gutiérrez. Fátima No solo el Gran Norte.

(8)Se trata de una cita de Plinio, de una edición de Jean Hardouin (1646-1729 ). La cita se lee en "Libri XXXVII-Caii Plinii Secundi-Historiae Naturalis-Vol. nonum; edic. MCCCXXXI-Paris-Emerico David, de la Bibliotheca Clásica Latina-Firmus Didot, Gallicarum Academiarum Typografhus-Liber-XXXIV párag. XLIX: "Nigri generibus haec sut nomina: Ovetanum, Caprariense, Oleastrense". Y en una nota al pie de Hardouin, se lee: "Ovetanum. Ab Oveto Asturum oppido._ Libri hactenus, editi perperam exhibent Iovetanum..." diviciaco 06/01/2006

(9)GRIMAL P. (1956) “Las ciudades romanas”, Vergara Editorial, Barcelona

(10)Sánchez-Montaña. Carlos De Lares a Julianes. Artículo sobre la influencia de la arquitectura romana en las obras del prerrománico asturiano

(11)Marqués. Mercedes. La Nueva España Entrevista a Carmen Fernández Ochoa, Catedrática de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid